(Cadena SER – 4/9/25) — El expresident de la Generalitat, Ximo Puig, afirma que el Consell sufre una hipoteca “moral y reputacional” con el PP que es “muy difícil levantar” con un liderazgo “tan socavado” como el de Carlos Mazón tras su gestión de la DANA. Puig, que ha participado este jueves en una nueva edición de Encuentros SER, ha considerado “obvio” que, si el 80% de los valencianos consideran al president “un problema” para la Comunitat Valenciana, como dicen algunas encuestas, “debería tomar alguna responsabilidad”.
Puig recuerda que los protocolos de emergencias el pasado 29 de octubre eran los mismos que con la DANA que sufrió la comarca valenciana de la Vega Baja en 2019, y que tuvo una gestión muy diferente a la de 2024. Explica que, con su gobierno, el CECOPI se convocó con mucha antelación, las clases se suspendieron 48 horas antes de las inundaciones y la Generalitat ejerció sus responsabilidades.
En todo caso, el expresident afirma que su trabajo en la DANA de 2019 no fue “especial”, sino que hizo “lo que había que hacer”. Puig insiste que no se puede pedir más dinero para el autogobierno y después no ejecutar las competencias, como según él hizo el Consell de Mazón el 29 de octubre. Se pregunta, además, cómo puede dormir el president Carlos Mazón cada noche después de lo ocurrido. En el caso de la gestión de la pandemia cuando, según explica, su gobierno “hizo todo lo que podía hacer”, él no podía dormir. Asegura que tiene “un profundo respeto a las personas, pero no a las opiniones y acciones”.
Puig, que fue hasta 2024 secretario general de los socialistas valencianos, cree que el PSPV, bajo la dirección de Diana Morant, está haciendo “todo lo posible” por fiscalizar el Consell de Mazón y por levantar una alternativa política en la Comunitat Valenciana. El expresident afirma que le gustaría “que la crispación no fuera el elemento clave” de la política valenciana, pero el PP “vive de la confrontación”. Reclama a sus compañeros que busquen “la máxima cohesión interna” a la vez que se abre a la sociedad valenciana.
El expresident defiende que el PSPV tenga influencia en el Gobierno central, con una ministra como secretaria general del partido, aunque cree que, conforme se vaya acercando la convocatoria electoral, el partido debería centrarse en generar una alternativa ya que, el problema de la Comunitat Valenciana, según él, es que no tiene proyecto.
Preguntado sobre su encaje en el futuro del PSPV, Puig ha bromeado con ser un “jarrón Ximo”. Asegura que hay bastante gente que le dice por la calle que le echa de menos como president y afirma que se siente “muy bien” con la sociedad valenciana.
En el Encuentro SER celebrado este jueves en València, Puig también ha abordado la situación de la política estatal y ha defendido el trabajo del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Reconoce que la complejidad en estos momentos es “enorme” ya que el parlamento está muy fragmentado, pero cree que ahora hay que preservar la España que representa Pedro Sánchez.
Sobre los casos de corrupción que afectan al PSOE y que mantienen en la cárcel al exsecretario de Organización, Santos Cerdán, e imputado al exministro valenciano José Luis Ábalos, admite tener “tristeza e indignación” por los hechos que se han conocido. Califica de “repugnante” lo que se ha publicado hasta ahora.
Asegura que cree en la justicia, pero pide “no rasgarse las vestiduras” sobre las palabras de Pedro Sánchez este lunes en las que afirmaba que había “jueces haciendo política”. Puig asegura que hay muchos ciudadanos que piensan que no se hace justicia y cree que el presidente no hizo una “enmienda a la totalidad” a la justicia con sus declaraciones.
El expresident admite que ha vivido la polémica acerca del excomisionado del Gobierno central para la reconstrucción, José María Ángel, “con conmoción y profunda tristeza”. Afirma que, Ángel es una persona que ha hecho “un gran servicio” a la Comunitat Valenciana, con un comportamiento “extraordinario” e insiste en que solo tiene palabras de agradecimiento y reconocimiento hacia él, aunque reconoce que no sabe lo que haya podido hacer en su pasado.
Asegura que él no le eligió como secretario autonómico de Emergencias por su titulación, sino por su conocimiento acerca de la seguridad y protección civil y por su trayectoria política como alcalde de l’Eliana durante casi 20 años.
Sobre la oficialidad del valenciano en las instituciones europeas, Puig admite que hay una cuestión de “nomenclatura que hay que resolver”. Recuerda que la denominación “valencià/català” en Europa lo defendió el expresident catalán Pasqual Maragall y cree que ese debería ser el camino a seguir.
Sobre la financiación autonómica, el expresident admite que en sus ocho años de gobierno no fue capaz de conseguir la reforma del modelo de financiación autonómica. En todo caso, defiende que se avanzó tanto a nivel interno como externo, y se asumió “por primera vez” por parte de los líderes nacionales, que la Comunitat Valenciana era el territorio peor financiado de España.
Puig cree que hace falta “una autoexigencia” de acuerdo real, ya que los diferentes partidos y territorios tienen intereses contrapuestos sobre la financiación autonómica. Defiende además la quita de la deuda, que acaba de aprobar el Consejo de Ministros, ya que es algo que, según él, hace años parecía impensable. Afirma que no entiende que desde Génova se dé la órden a todos sus presidentes autonómicos de no aceptar esa condonación de la deuda.
Insiste en que se ha avanzado en el tema, ya que la Generalitat tiene ahora más dinero que cuando él entró al Consell y pone como ejemplo la cantidad de recursos transferidos por el Gobierno central durante la pandemia de la covid.
El expresident ha defendido también el pago de impuestos y la corresponsablidad fiscal. Admite que no hay fiscalicad “que no sea agradable”, pero es imprescindible para que funcione la democracia.
Puig es desde hace un año y medio embajador de España ante la OCDE y, a nivel internacional, admite que el mundo se encuentra en “estado de shock” después de la llegada de Donald Trump, por segunda vez, a la presidencia de los Estados Unidos. En este sentido, el embajador explica que lo local y lo global están “cada vez más entrelazados” y hay que estar atentos a lo que ocurra en todo el mundo. Pide huir de los discursos apocalípticos aunque reconoce que, ahora mismo, “la incertidumbre es la única certidumbre”.
El expresident defiende la figura y el trabajo de la OCDE y la importancia de que España esté representada allí. Su objetivo como embajador, afirma, es que “haya más España en la OCDE” y “más OCDE en España”, lo que significa que los poderes públicos españoles utilicen mejor los estudios que realiza esta organización internacional y les sirva para mejorar sus políticas.
Entrevista completa: https://youtu.be/2VH_fWTD4hw